La era Osorio termina con muchos nuevos devotos y otros tantos detractores
Juan Carlos Osorio rechazó la oferta de la FMF para continuar dirigiendo a la selección mexicana, el colombiano estaba ante la oportunidad de tener el proyecto más largo en la historia del fútbol mexicano con un técnico, pero después de un análisis minucioso de la situación Osorio prefirió tomar otro camino.
Se va como la mayoría de sus predecesores con una maleta llena de críticas y muy pocos éxitos alcanzados en estos tres años al mando. Sus logros se concentran en las eliminatorias mundialistas donde consiguió el primer lugar del hexagonal, destacando el gran triunfo en Columbus, un lugar donde México no podía ganarle a Estados Unidos desde hace más de dos décadas (aunque hay que resaltar que enfrentaron al peor EUA en los últimos 25 años).
Otro punto rescatable en la era Osorio son sus números globales. Con un sorprendente 63.5% de victorias. Osorio se va en lo más alto de este departamento, solo separado por un par de victorias de lo que consiguió Javier Aguirre en sus dos etapas como técnico del ‘TRI’.
Nunca antes un entrenador había tenido tan alto porcentaje de victorias y nunca antes había causado tanta polémica. Osorio dejó por su paso a tantos seguidores como detractores, porque a pesar de sus espectaculares números el colombiano no convenció a una gran parte de la prensa y afición. La mayoría de sus críticos recalcan su ineficacia en partidos de eliminación directa aunque sus partidarios lo excusan. Los discípulos de Osorio hablan del 7-0 como un accidente, mientras sus opositores hablan del mismo episodio como el más vergonzoso en la historia del fútbol mexicano. De hecho esa derrota es la mayor goleada que ha sufrido México en toda su historia.
Pero la era Osorio se caracterizó por sus triunfos con 33 en 52 juegos (14 victorias en juegos amistosos) y solo 10 partidos perdidos como técnico nacional, aunque la mayoría de esos descalabros fueron realmente dolorosos.
Es indiscutible que detrás del impresionante porcentaje de victorias de Osorio con México se esconde una penosa realidad y es que en partidos de vida o muerte, el ‘Tri’ nunca estuvo a la altura. Desde aquel 7-0 ante Chile, México disputó otros cinco partidos de eliminación directa y solo ganó uno. Contra Honduras en la Copa Oro 2017, fuera de ese sufrido triunfo México no tuvo argumentos para pelear ningún título.
Inclusive a estos juegos se le puede sumar el partido contra Suecia en donde la selección mexicana salía a cancha con la mentalidad de ganar o quedar fuera de la Copa del Mundo, pues la victoria de Alemania ante Corea estaba presupuestada dentro del plantel azteca. Aquel día en Ekaterinburgo ante Suecia, México sufrió otra vez en defensa, aceptando tres goles y generando muy pocas situaciones de gol a favor.
Fue el día en que Osorio se olvidó de las rotaciones que eran parte de su filosofía y justo ese día fue uno de los peores partidos de México en Mundiales, por lo menos desde 1978. Inmediatamente después del juego, el colombiano aceptó la responsabilidad pero era demasiado tarde, su destino era Brasil y la eliminación.
Si contamos todos estos juegos México disputó siete partidos de vida o muerte, ganó uno y perdió seis, con tres goles a favor y 19 goles en contra. Es muy claro como México ni siquiera pudo competir y si examinamos todos los resultados en la era Osorio encontraremos que de las 33 victorias sólo tres fueron contra equipos top 20, contra Uruguay (Copa America), Polonia (amistoso) y Alemania (Mundial). Este último resultado quedará como la obra maestra de Juan Carlos Osorio, el día donde México le ganó a un campeón del mundo, el día donde sorprendió a propios y extraños, el día donde el mundo habló de México y el día en el cual la afición imaginó que podían pasar “cosas chingonas”.
Tres años después de haber llegado, Osorio se va sin pena ni gloria. Tuvo a una de las mejores generaciones que ha dado el país y simplemente no pudo aprovecharla. La misma base que de los pasados mundiales quedó en la misma instancia que en Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Ni siquiera pudo jugar mejor que hace cuatro años cuando México fue eliminado a manos de Holanda.
Termina una era para el fútbol mexicano, se va Osorio y seguro se irán varios jugadores con él. Muchos que han demostrado no dar la talla para portar la verde. Ellos al igual que Osorio han decepcionado, ya que las expectativas para esta selección y para su entrenador eran muy grandes, ellos mismos hablaban de trascender en Rusia pero quedaron muy lejos del objetivo.
Sólo hay esperar a que la FMF elija al entrenador de moda como generalmente lo hace, ojalá tenga más fortuna y pueda cambiar la historia del futbol mexicano. Aunque al final de cuentas el problema es de raíz y sea quien sea, el que llegue tendrá una muy difícil misión ante las dificultades del fútbol mexicano.